Indignación con el periodista Rifle Varela por lo que le hizo a un jubilado
El Rifle Varela, conductor del programa Punto de quiebre y figura mediática con años de pantalla, quedó en el centro de una polémica inesperada. No fue por un comentario al aire ni por un escandalete televisivo o una declaración fuerte.
Esta vez, la bronca contra el periodista se desató arriba de un colectivo, cuando el hombre fue acusado de tener una pésima actitud con un jubilado que venía de hacerse estudios médicos.
El relato se conoció en LAM, donde se reprodujo el testimonio de Nely, una pasajera que aseguró haber presenciado todo. Según su versión, el Rifle se subió al colectivo 41 en Plaza Italia, en un horario pico y con el vehículo prácticamente abarrotado. “Venía el Rifle Varela, colectivo lleno, me senté y empezó a subir más y más gente…”, contó la mujer, que terminó siendo protagonista indirecta de la situación.
Lo que indignó a todos fue lo que vino después. La testigo explicó que en medio del amontonamiento subió un hombre mayor, visiblemente débil, con un parche de gasa en el brazo. “Él se hacía el desentendido, miraba para abajo… en una viene un señor, que se ve que se había ido a sacar sangre, porque venía con la gasita, y se apoyaba en la baranda”, relató Nely.
El jubilado apenas podía sostenerse, pero nadie reaccionaba. Fue entonces cuando ella decidió intervenir: “Yo le decía: ‘¿Se siente mal? ¿Está descompuesto?’, y le di mi lugar”. El detalle que terminó encendiendo la mecha fue que el hombre estaba literalmente pegado al Rifle Varela. “Estaba pegado al Rifle Varela. Pegado. El Rifle Varela levantó la vista, miró, y ni una palabra dijo. Yo le di el asiento al señor, pobre, que no quería. Ahí fue cuando me indigné y le empecé a sacar fotos”.
Las imágenes rápidamente circularon y, como suele pasar, las redes sociales se encargaron del resto. Twitter y Facebook se llenaron de críticas, con usuarios que acusaron al periodista de indiferente, egoísta y hasta de “careta” por mostrarse con otra cara en televisión mientras en la vida cotidiana —según los comentarios— “no fue capaz de tener un gesto mínimo con un jubilado”.
La escena caló hondo porque se trataba de un hombre mayor, débil y recién salido de un centro médico. En nuestro país, donde la situación de los jubilados es un tema sensible, el episodio cayó muy mal entre la gente que no dejó de decir de todo contra Varela. Muchos usuarios remarcaron que no se trataba solo de una cuestión de cortesía, sino de humanidad: alguien que tiene un lugar privilegiado en los medios no debería pasar por alto algo tan básico.
Ahora el Rifle Varela quedó marcado por un hecho que estará registrado en la memoria colectiva digital. El episodio demuestra que a veces un gesto en un colectivo expone la peor cara de un ser humano, por más buen periodista que sea o se crea.
Comentarios de Facebook