Televisión

Delicado momento para Noemí Alan

Siempre es difícil escribir noticias tristes. No hay periodista ni cronista que no se detenga un instante antes de poner en palabras aquello que duele. Porque detrás de cada título, de cada párrafo, hay una persona, una historia, y en este caso, una actriz que supo ganarse el cariño de generaciones enteras.

Noemí Alan es una de esas artistas que dejaron huella. Su nombre evoca recuerdos de noches frente al televisor, de funciones de teatro que se comentaban en las sobremesas, de un estilo propio que la convirtió en una presencia entrañable. Para muchos de nuestros lectores, su trayectoria está ligada a momentos personales: la juventud, los años en que la televisión argentina tenía otro ritmo, otra cercanía.

Por eso, contar lo que ella está pasando no es sencillo. La noticia se conoció en el programa Secretos Verdaderos, conducido por Luis Ventura, quien al cierre de la emisión de este sábado cortó lo que está diciendo para relatar lo sucedido.

Con tono serio, dijo: “Noemí Alan se fracturó la cadera tras haber sufrido una caída y se encuentra esperando la prótesis hace una semana”.

Ventura relató que el accidente ocurrió en la casa de la actriz y que la atención inicial no fue la mejor: “Se rompió la cadera del lado derecho y fue trasladada al Hospital Evita (de Berazategui). Pero la tuvieron en una camilla durante varias horas, toda la noche y parte de la mañana siguiente”, expresó con visible preocupación.

Luego agregó que la actriz fue derivada a una clínica de Villa del Parque, donde aún permanece a la espera de una prótesis para poder ser operada. “Todavía está esperando una prótesis que resuelva el tema de su cadera. Está muy dolorida, a los gritos”, señaló el periodista.

La panelista Cora Debarbieri también aportó detalles tras conversar directamente con Noemí: “Hablamos con ella, está muy angustiada con toda la situación. Contaba que ese sábado estaba acompañada de sus hijos y sus yernos… salió entusiasmada a ver cómo había quedado el jardín que estaban haciendo unos jardineros, pero había una baldosa que sobresalía, tropieza y cae”.

Debarbieri explicó además la urgencia de la operación: “Es una intervención simple pero a la vez compleja. Enseguida hay que arrancar con la rehabilitación para que no termine varios días en cama. En este tipo de operación levantan enseguida a los pacientes para que empiecen a caminar”, concluyó.

Más allá de la delicada situación, lo que conmueve es la fragilidad que todos compartimos. Una baldosa floja, un paso en falso, y de repente la rutina se transforma en un desafío enorme. En el caso de Noemí, esa fragilidad se mezcla con la memoria colectiva de quienes la vimos brillar en los escenarios.

Desde este espacio queremos enviarle nuestra solidaridad. Porque las figuras del espectáculo no son solo nombres en los diarios: son parte de nuestra historia cultural, y cuando atraviesan momentos difíciles, también nos toca a nosotros.

Ojalá la operación llegue pronto y la recuperación sea favorable. Mientras tanto, queda el recuerdo vivo de su talento y la esperanza de volver a verla sonreír.

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